Document Type

Brief

Publication Date

2007

Abstract

Durante décadas, la educación sexual basada en un programa de estudio fue la piedra angular de los esfuerzos de la escuela y de la comunidad para mejorar la salud sexual y reproductiva de los jóvenes y, en forma más reciente, para prevenir la infección de VIH. Desafortunadamente, el discurso público sobre educación sexual ha estado envuelto en debates contradictorios que sirven para distraer la atención en lugar de determinar en que manera los programas de educación sobre sexualidad y VIH podrían alcanzar mejor los objetivos compartidos de las distintas partes. Una reseña exhaustiva que se realizó recientemente sobre el impacto de los programas de educación sobre sexualidad y VIH impartidos en las escuelas en países desarrollados y en desarrollo descubrió que dos tercios de los programas reducían el riesgo asociado a una o más de las conductas sexuales informadas. Este hallazgo ha llevado a los expertos a recomendar una amplia implementación de educación sobre sexualidad y VIH que estén dirigidos por adultos, y que incluyan las características clave con que cuentan los programas efectivos. Sin embargo, la epidemia actual de VIH—que afecta cada vez más a las mujeres y los jóven, especialmente en países en desarrollo—y los costos humanos de embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual pone de manifesto la necesidad urgente de optimizar los programas de educación sobre la sexualidad y VIH. Los análisis del Population Council señalan distintas áreas clave que necesitan replantearse, que se revisan en este Informe sobre la Promoción de transiciones a la vida adulta: Sanas, seguras y productivas N° 22.

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For decades, curriculum-based sexuality education has been a cornerstone of school- and community-based efforts to improve young people’s sexual and reproductive health, and more recently to prevent HIV infection. Unfortunately, public discourse about sex education has been mired in polarizing debates that distract attention from determining how sex and HIV education programs might best achieve the shared goals of many different constituencies. A recent comprehensive review of the impact of school-based sexuality and HIV education programs in developed and developing countries found that two-thirds of the programs reduced the risk associated with one or more reported sexual behaviors. This finding has led experts to recommend broad implementation of adult-led, school-based sex and HIV education that includes key characteristics common to effective programs. Yet, the ongoing HIV epidemic—increasingly affecting females and young people, especially in developing countries—and the human costs of unwanted pregnancy and sexually transmitted infections underscore the urgent need to optimize sex and HIV education programs. Population Council analyses point to several key areas in need of rethinking, which are reviewed in this Promoting Healthy, Safe, and Productive Transitions to Adulthood Brief No. 22.

DOI

10.31899/pgy12.1082

Language

Spanish

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Also available in English and French.

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Project

Rethinking Sexuality Education

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